El dilema de la doble empatía y la CAA: Comunicación más allá de las palabras

Cuando hablamos de la comunicación entre personas neurotípicas y personas autistas, solemos pensar que las dificultades de entendimiento son unidireccionales, es decir, que las personas autistas tienen problemas para "comunicarse adecuadamente". Sin embargo, este enfoque ignora algo crucial: la comunicación es un proceso de dos vías. Aquí es donde entra en juego el concepto del dilema de la doble empatía.

¿Qué es el dilema de la doble empatía?

Este concepto, propuesto por el investigador Damian Milton, nos recuerda que las dificultades de comunicación entre personas neurotípicas y personas autistas no son responsabilidad exclusiva de la persona autista. En cambio, es un desafío mutuo. Tanto las personas neurotípicas como las autistas pueden tener dificultades para comprenderse entre sí porque procesan y expresan la información de maneras diferentes. En lugar de señalar una “falla” en la persona autista, el dilema nos invita a reflexionar sobre cómo ambos lados enfrentan retos para empatizar y entenderse.

El dilema de la doble empatía en las personas autistas no hablantes

Este dilema se vuelve aún más evidente cuando hablamos de personas autistas no hablantes que usan sistemas de Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA). La CAA incluye herramientas como pictogramas, dispositivos con voz generada por computadora, tableros de comunicación, y más. Para estas personas, su forma de comunicarse es tan legítima y valiosa como cualquier otra, pero a menudo no se ajusta a las expectativas neurotípicas de lo que debería ser la comunicación.

Aquí es donde el dilema cobra vida: la falta de comprensión no solo se debe a que las personas con desafíos en la comunicación usen una forma de comunicación no hablada, sino a que quienes interactúan con ellas esperan que sigan las mismas normas neurotípicas de comunicación. Esto puede incluir tiempos de espera rápidos, estructura gramatical típica, contacto visual directo, o incluso la rapidez con la que se responde.

Rompiendo las expectativas neurotípicas

Las personas que usan CAA se comunican, sí, pero no de la manera a la que la mayoría está acostumbrada. Y esto no es una deficiencia, es simplemente una diferencia. Es esencial que quienes apoyan a personas autistas (ya sean familiares, educadores, o profesionales) comprendan que la comunicación no hablada no debe juzgarse con las mismas métricas que la comunicación hablada.

Por ejemplo:

  • Tiempos de elaboración: Las personas que usan CAA pueden necesitar más tiempo para procesar preguntas, seleccionar pictogramas, o estructurar un mensaje. No es que no sepan qué decir, sino que el proceso toma más tiempo.
  • Estructura gramatical: A veces, las respuestas no siguen las normas gramaticales típicas, pero siguen siendo perfectamente comprensibles y válidas.
  • Forma de procesamiento: Además, si la persona es procesadora getáltica de lenguaje, lo más probable es que use letras de canciones, repita escenas de series de televisión o frases escuchadas previamente. Esto muchas veces es interpretado como que las personas no saben comunciarse y deben cambiar su forma, sin embargo, es solo una forma de procesamiento diferente.

La responsabilidad de ambos lados

El dilema de la doble empatía nos enseña que la carga de la comunicación no debería recaer exclusivamente en la persona autista. Las personas neurotípicas también deben ajustarse, aprender y ser pacientes. La clave es flexibilizar nuestras expectativas y aceptar que la comunicación no siempre debe seguir los mismos patrones que conocemos.

El uso de CAA no busca imitar la comunicación neurotípica, sino ofrecer un puente auténtico para la comunicación bidireccional. Al respetar sus tiempos y sus formas, abrimos un camino de comunicación más inclusivo y empático. Por lo cual es clave que la persona neurotípica se acerque a esta forma de comunicación y se adapte a sus diferentes formas de expresión.

Conclusión

Al final del día, el dilema de la doble empatía nos desafía a entender que las barreras en la comunicación no son unidireccionales. Para las personas autistas no hablantes que usan CAA, su forma de expresarse es única, válida y no debe compararse con los estándares neurotípicos. Nuestro reto, como personas neurotípicas, es aprender a escuchar más allá de las palabras, ser pacientes y ajustar nuestra propia forma de comunicación. Solo así lograremos una comunicación más auténtica y enriquecedora para ambos lados.


Si apoyas a personas autistas que usan CAA, reflexiona sobre tu propia forma de comunicarte. ¿Estás permitiendo el tiempo y el espacio necesarios para que puedan expresarse sin presiones?

¿Quieres aprender más sobre CAA?

Si eres familiar o un profesional del área que desea usar CAA para apoyar, descubre los recursos que tenemos para ti.